Masaje relajante: Es un masaje suave que produce una estimulación sutil, transportando a la persona que lo recibe hacia un estado de paz y tranquilidad. Aumenta la producción de endorfinas, mejora la circulación sanguínea y linfática, y produce la mejora el sistema circulatorio y nervioso, por lo que consigue un alivio del estrés, la ansiedad y la tensión generada y acumulada durante el día.
Masaje neurosedante: es un tipo de masaje sedativo, especialmente indicado cuando el paciente sufre dolor. Las maniobras deben ser delicadas, suaves, lentas y superficiales. Transmite un estado de bienestar generalizado, que actúa sobre el sistema nervioso principalmente.
A los dos masajes se le pueden aplicar aceites esenciales.
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